lunes, 10 de enero de 2011

Y Verás Que Todo Cambie...

Yo dormía, pero mi corazón velaba… todas las noches soñaba con encontrar algo que  llenara ese vacío. Pensaba que Dios se había olvidado de mí y que por mis pecados, Él jamás me respondería. Y lo que es peor, llegué a pensar que jamás me perdonaría.


Pero Jesús nos presenta un panorama distinto al que pensamos; cada día su misericordia es nueva. Cada día es un nuevo comienzo que nos da la oportunidad de ser mejores…


Él quiere que sepamos que no importa lo que hayamos hecho; aún si hemos cometido la peor barbarie del mundo, nos sigue amando igual. Dios ya nos perdono; lo hizo cuando decidió entregar a su único hijo para que muriera por ti. La cruz, aquel madero en donde fue clavado; esa cruz pesaba tanto que Jesús se desvaneció y cayó muchas veces y aún así cada vez que cayó se levantó; se levantaba por una razón: tu… la cruz le pesaba, pesaba por que con esa cruz arrastraba todos nuestros problemas, nuestras enfermedades, nuestras tristezas… todo nuestro dolor, todos nuestros errores fueron con Él y murieron en la cruz.


Pero Jesús resucitó, y con Él nos da la oportunidad de nacer de nuevo y de dejar todas esas cosas feas de nuestras vidas en el pasado. Cada día Él quiere hacerte saber que te ama tal y como eres, y que no importa, sólo quiere que te acerques a Él y que te arrepientas de corazón de todas esas cosas malas. Sólo quiere ver tu corazón arrepentido, Él ya nos ha perdonado; no le importa nuestro pasado, por que está realmente enamorado de ti!!...


Cuando estamos enamorados, pensamos que esa persona es tan especial que le vemos perfecta o perfecto. El amor es tan grande que nuestros ojos no pueden ver sus defectos; así es Dios; nos ama tanto que no ve en nosotros defectos. Dice la escritura que por la gracia de Jesús, somos santos y somos justos. Para Dios somos perfectos.


Dice la escritura en Salmos 139: 17: ¡Cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos! ¡Cuán grande es la suma de ellos! Si los enumero, se multiplican más que la arena; Despierto, y aún estoy contigo.

Los pensamientos que Dios tiene sobre nosotros son preciosos y se multiplican cada día, todos los días. El salmista hizo suyos los pensamientos de Dios, nota que dijo: cuán preciosos “me” son tus pensamientos. Es decir que debemos apropiarnos de los maravillosos pensamientos del Señor y pensar como Él. Pensar como Él lo haría.



Piensa que Él te ama y te ha perdonado, pero recuerda que Él también está esperando algo de ti… resucitar y hacerse vida y realidad en tú corazón. Él quiere conquistarte y alegrarse contigo, te está esperando…


Cierta vez un maestro de la ley le preguntó a Jesús ‘maestro, ¿qué debo hacer para entrar en el reino de Dios?’, entonces Jesús le preguntó qué decía Moisés al respecto; el joven le respondió ‘amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente… con todas tus fuerzas…’


La cuestión es sencilla: ¡Dios lo espera absolutamente todo! Y la razón por la que lo espera todo, es por que te quiere por completo; ya te lo dije, Él se olvida de tus defectos y te ofrece la posibilidad de que cambies tu vida… está esperando que le des una respuesta real y definitiva.


Cuando esperamos en una fila para entrar a algún lugar o realizar algún trámite estamos haciendo lo que creemos que es correcto para llegar a la meta: esperar en la fila. Y estamos convencidos de que llegaremos a la ventanilla…


Cuando alguien espera es por que no puede tener lo que quiere en el momento, entonces le toca esperar un tiempo necesario para poder conseguirlo. Pero antes de esperar la persona tiene una necesidad de eso que espera, entonces comprende, que debe esperar para poder tenerlo y satisfacer esa necesidad.


Sabes que Dios espera a alguien especial?... Él espera verte. Jesús espera recibir algo especial, nuestro corazón... espera pacientemente a que tú regreses...


En la vida tenemos nuestros momentos; éste es el momento en el que Él quiere mostrarte su amor... quiere que sepas que te ama y está dispuesto a borrar todo tu pasado. Sólo tienes que tomar esa decisión de decirle que te toque… que transforme tu vida y que te ayude a levantarte…


Isaías 26: 3 reconforta: Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado. Confía en el Señor, Él es el único capaz de cambiar todo en tan sólo un instante.


Acércate arrepentido y confía, dile que le aceptas como tu salvador y pídele que se haga vida y realidad en tú corazón… y verás que todo cambie…

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