sábado, 4 de junio de 2011

Algo Más que un Nacimiento

Hoy he decidido postear estas notas y quiero que sepan que no fue sencillo por que tengo tantas cosas que he escrito para ustedes que no sabía cual compartir primero. Estaba pensando en escribir algo justo para ti.

Hace unos días atrás estaba reflexionando sobre el mensaje del nacimiento de Jesús; siempre hay algo más y creo que de una u otra forma, el Señor me guió para comprender la otra parte de esa verdad. El nacimiento de Jesús es algo impactante ya que siendo Dios, decidió humillarse y venir al mundo estimado en nada... como uno más de nosotros, pero me di cuenta de que esa es solo una parte del mensaje de vida y sobre todo de esperanza que Él quiere que conozcamos a través de la historia de su nacimiento.

Jesús fue muy valiente; su historia estuvo marcada por nuestra necesidad de cambiar. Todo fue preciso y nada fue por casualidad. Lo aceptó todo; Jesús aceptó humillarse por ti. No sé qué es lo que sucede en tu vida, pero te aseguro que el hecho de que estés sentado allí, leyendo éste mensaje, tampoco es casualidad... quizá necesitas encontrarte con Él, tal vez necesitas cambiar tu vida; a lo mejor no encuentras el sentido que tu vida necesita.

Hoy te quiero decir, que hay algo más...

Sabes que Él siendo el rey del universo, no nació en un palacio?... de hecho sus padres no encontraban un lugar apropiado para un bebe; y cuando tocaban puertas para pedir posadas, nadie les quiso recibir. Imagínate si fueras tu el padre o la madre, permitirías que tu hijo naciera en la intemperie?... ¡Jesús aceptó nacer en cualquier lugar por ti!.

Tal vez en aquel mesón pensaron que Él no era nadie, que no habría razón para darle a un bebé tan insignificante siquiera la habitación más pequeña; un lugar mejor para nacer. Y aún así estuvo dispuesto a nacer entre un establo, entre animales y con sólo un pañal.

Estoy seguro de que un millón de veces te lo habrán dicho ya, pero hoy quiero que sepas que hay algo más. Hoy, me di cuenta de que aquel escenario no es más que nuestro propio corazón... Jesús no buscaba un lugar especial; Él sólo quería nacer en nuestro corazón.

Haber, en un establo hay animales silvestres, paja, estiércol, suciedad y ni hablar de los olores nauseabundos y de la humedad; todo esto es normal en un establo, está adecuado para animales. Pero un ser humano, aún siendo un ser divino y lo que es más asombroso, dueño del mundo, se humilló para nacer en un lugar como ese.

Esa paja de aquel establo, es realmente nuestra ceguera; nuestra absurda posición de vivir como si Dios no existiera. Dejamos a aquel niño en segundo plano. Esa es la misma paja que se convierte en nuestra necedad; es nuestra vida representada en ramas muertas y secas... una vida vacía y sin sentido.

Los olores, el estiércol de ese establo, no son más que la basura que acumulamos en nuestro corazón; el rencor, la amargura en la que nosotros mismos nos hundimos, pensando que somos los únicos que pasamos por momentos difíciles, y pensamos que nunca terminarán...

Pero Él nació en tiempos difíciles; tuvo que arriesgarse aun conociendo que Herodes lo mandaría a matar... nació en medio de todas esas cosas, en un establo...

Más que humildad para demostrar que de todo eso y a pesar de las circunstancias, Él no reparó ni escatimó; aun siendo Dios siguió, se humilló por ti, y por todos nosotros...

"Una vez se le acercó un leproso, y le dijo: Señor, si quieres puedes sanarme. Jesús extendió la mano, le tocó al hombro y le dijo: Si quiero, sé sano. Y al instante el leproso quedó limpio de toda lepra" (Mateo 8: 2-3). Ésta verdad es poderosa y hermosa. A Él no le importa qué eres, o quién eres; ni siquiera le interesa lo que hayas hecho...

Sabes lo que es la lepra?... cada vez que hemos fallado, cada error que hemos cometido. La tristeza o el dolor que hay en nuestro corazón, esa es la verdadera lepra a la que se refiere éste pasaje de la Biblia. Y todos hemos sido leprosos alguna vez...

A Jesús eso no le importa; ni siquiera le interesa saber a qué iglesia vas o qué religión profesas; Él es nuestro padre, y Él lo sabe.

Dice la escritura que Él te conoce desde la fundación del mundo; desde el vientre de tu madre ya te había visto. Empezó a llamarte pero tu estabas tan lejos que no le escuchabas. Él conoce tu pasado y tu presente pero aún no sabe con certeza que serás mañana.

Él quiere escuchar algo mejor, quiere saber algo de ti que aún no conoce. A caso crees que Jesús no conocía a aquel leproso?, ¡claro que le conocía!; pero no sabía si el leproso quería dejar que Él lo tocara.

Hoy, Él está llamándote aún, su garganta está ya seca de tanto gritar tu nombre; esta esperando que tú tomes la decisión de dejar que Él te toque. Yo te aseguro que en cuanto Jesús escuchó la voz de aquel leproso, su corazón se llenó de alegría y sus ojos se conmovieron... Jesús sintió una emoción tan grande cuando aquel leproso se acercó y le pidió que le tocara... ¡imagínate cuánto más se alegrará contigo!

Acércate, pídele que te toque; no tienes que pedirle perdón, ya Él te ha perdonado; cuando decidió nacer, cuando decidió morir. ¡Él pensó, y luego existió, pero pensó en ti!. Por amor... Él es nuestro padre, y quiere alegrarse contigo.

Sólo está esperando que creas, no es tan difícil; te tomará tan solo unos minutos ahí donde estas. Él está esperando a que decidas salir de ese establo, de ese hueco... y está dispuesto a cambiar tu pasado, pero quiere que tú cambies tu futuro...

Sólo tienes que pedirle que te toque...

domingo, 17 de abril de 2011

JESUCRISTO SI TE ENTIENDE CONFIA EN EL.

Hay episodios en nuestras vidas en los que creemos que nadie nos entiende, en donde pensamos que ninguna persona nos lograra comprender, porque todos juzgan, todos hablan, todos señalan, pero ninguno comprende.
 
Esos momentos son duros, porque quisieras que alguien por una vez en tu vida te comprendiera y se diera cuenta lo que realmente sientes, lo que realmente quieres; pero pareciera que para todos le es indiferente.
 
Pero cuando ese panorama de indiferencia se presenta en tu vida y te quiere hacer creer que no hay ni habrá nadie que te entienda, es cuando nuestro Señor Jesús aparece en escena.
 
Jesús habla a tu vida y te dice:
 
Mi hijo(a) amado(a), Yo te entiendo, Yo te comprendo, Yo se los momentos que estás viviendo porque Yo pase por eso, se lo difícil que es sentirte abandonado por todos, porque Yo lo experimente, sé que es sentir que nuestro Padre nos ha abandonado, porque Yo lo sentí. Te veo y me veo, porque Yo pase por todo lo que tú estás pasando y por lo tanto te entiendo a perfección.
 
Te he visto llorar, te he visto muy triste los últimos días, a veces quisiera que pudieras sentir mi abrazo, pero los afanes de la vida muchas veces te hacen olvidarte de mí, quisiera abrazarte y decirte lo mucho que te amo y lo mucho que vales para mí, porque cuando yo te escogí lo hice porque creo en ti y en lo que puedes llegar a ser.
 
No te sientas menospreciado(a), porque vales mi sangre, no te sientas indigno(a), porque yo te hice digno(a), no creas que yo me olvido de ti, porque estas en mis pensamientos. Yo voy a cumplir lo que un día te prometí, jamás creas que me he olvidado, nunca pienses que me equivoque en prometerte eso, porque Yo no me equivoco, porque Yo no miento y por lo tanto estoy preparando la plataforma para cumplir lo que un día te prometí.
 
Quiero verte sonreír, quiero verte creer y confiar en mis palabras, anhelo tenerte cerca de mi cada día, no te olvides de mi; quiero ver cómo te levantas cada día con nuevas fuerzas para afrontar todo lo que venga a tu vida, porque yo no te dejare, porque yo jamás me apartare de tu lado, yo estaré contigo cada día de tu vida y cumpliré mi propósito en ti.
 
¿Sabes?, te amo, te amo con un amor que jamás dejara de ser y quiero que sepas sobre todo, que si hay alguien quien te pueda entender, ese soy Yo.
 
Amados(as), aun cuando creas que nadie te entiende, hay alguien que si y lo hace a perfección porque conoce lo más profundo de tu corazón, ese es Jesús nuestro Señor y Salvador.
 
Hoy te invito a que deposites tus cargas en El, a que apartes un momento de tu tiempo y se lo dediques, El quiere escucharte y quiere hablar contigo, estoy seguro que algo precioso hay para tu vida este día, solamente dedica un momento especial para El y deja que te ministre.
¡Señor, tu sí que nos entiendes!
 
“No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia”. Isaías 41:10.

sábado, 22 de enero de 2011

JESUS EL MEJOR MAESTRO

Enséñame a hacer tu voluntad, por que tu eres mi Dios; tu buen espíritu me guié a la tierra de rectitud. (salmos143:10).
Que lindas palabras de David, he aquí un ejemplo visible del porque Dios consideraba a David conforme a su corazón,¿Cuantos de nosotros verdadera mente le decimos al señor: enseñame a hacer tu voluntad?
Entre todas las luchas que tenemos, hay una que no podemos negar y es la de nuestra propia voluntad. Hay momentos en la vida en donde pareciera que nuestra voluntad quiere hacer las cosas que la voluntad de Dios no quiere que hagamos.
David es uno de los hombres que mas admiro de la biblia, puesto que pese a su montaña de errores Dios estuvo con él y es porque David tenia una cualidad que yo anhelo que crezca en mí, esa cualidad que lo llevaba a ser grato delante de Dios pese a sus errores, esta cualidad es la SINCERIDAD.
Cuando una persona es sincera delante de Dios, abre una llave enorme de bendición puesto que Dios esta aburrido de la hipocresia y el falso arrepentimiento, es por eso que en mi opinión creo que es mejor ser sincero delante de Dios, que estarse engañando a sí mismo.
Este salmo es una oración de suplica de liberación y dirección, y es muy importante porque sin la dirección de Dios no somos nada. Pero ¿cuantos de nosotros le pedimos dirección a Dios de lo que vamos a hacer?. La mayoría de nosotros siempre nos dejamos llevar por lo que creemos que es mejor, cosa que muchas veces nos sale caro, ya que aveces no vemos los resultados que esperamos.
Cuando David decía enseñame a hacer tu voluntad decía en pocas palabras: ya no quiero hacer mas mi voluntad. veamoslo de esta manera David se estaba matriculando en la escuela de la voluntad divina, esa escuela que tienen unos examenes tremendos, pero que su final es una gran bendición.
Que bueno seria que cada uno de nosotros le dijera a Dios: eseñame a hacer tu voluntad, puesto que cuando tu le dices esto a Jesús, el lo toma muy enserio y comienza a poner situaciones en tu vida para forjar esa área en especial y permitirá a lo mejor que decisiones importantes vengan a tu vida, en donde tu voluntad se querrá interponer, es ahí en donde el espíritu santo de Dios que estará dentro de ti te tratara de guiar si eres buen alumno de la escuela de la voluntad divina accederás a la voz del espíritu santo, pero si aún falta mucho que trabajar en esa área terminaras haciendo tu voluntad.
La segunda frase de David es muy importante: tu buen espíritu me guié a tierra de rectitud. sin lugar a duda estaba proclamando algo que Jesús vino a prometernos al decirnos que el espíritu santo nos guiara hacia toda verdad.
Realmente Dios quiere guiarnos hacia la tierra de rectitud, pero ¿sera que tenemos nuestros oídos tan audibles a la voz de Dios?. Ahora bien seria hermoso que a partir de este día podamos decirle a Dios con toda convicción que nos ensene a ser su voluntad y que nos guié hacia la tierra de rectitud. Pero que dichas palabras además de ir con convicción vayan con la determinación de permitir que eso suceda y dejar a un lado nuestra propia voluntad.
El mejor maestro quiere enseñarte a hacer su voluntad. DIOS te ama..